Ahorro o seguro, ¿cuándo debo hacer uso de cada uno?

De niños, muchos guardamos el dinero que recibíamos en el “chanchito” que nos regalaron nuestros padres o padrinos, pues entendimos que ese ahorro nos serviría, luego, para comprarnos dulces, el juguete soñado o para ir al cine. Así, aprendimos lo básico sobre ahorrar, es decir, reservar un poco de nuestro dinero para después y, luego, utilizarlo en lo que más queremos.

Y si bien tus necesidades han cambiado respecto de cuando eras pequeño, debemos saber que hay formas de enfrentar situaciones o incluso ayudarte ante algún imprevisto, estas son el ahorro o el seguro, pero su uso dependerá de la magnitud de la situación.

Por ejemplo, si tenemos un auto y al manejarlo lo raspamos, utilizamos nuestros ahorros para repararlo ya que el gasto es menor. La situación será distinta si lo chocamos y se ven comprometidos el motor y gran parte del vehículo, en ese caso nuestros ahorros serán insuficientes para afrontar esa situación y es ahí donde entra el rol del seguro, para el caso del ejemplo: un seguro vehicular (link a nota de seguro vehicular).

Así, los seguros son las herramientas de protección más económica y eficaz ante daños significativos. Una protección basada exclusivamente en ahorros es ineficiente, excesivamente costosa y financieramente errónea.

En el siguiente cuadro te contamos cuándo es conveniente utilizar tus ahorros y cuándo debes hacer uso de un seguro:

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